8/10/13

El tupper lavado

Lavado... y guardado en el armario de la cocina, con los otros. Igual que sucedía con el polo verde, venir a la Facultad sin un tupper en la mochila es otro signo del cambio de las estaciones: el cometido del tupper es impedir que se mace la fruta (nísperos, nectarinas, ciruelas...), y como las mandarinas son mucho más resistentes, pues no necesitan cajita protectora. Ea, igual que los petirrojos a los jardines madrileños, con el otoño vuelven las mandarinas a las fruterías; durante temporada cada vez más larga y de calidad oscilante. A ver qué tal están éstas...

3 comentarios:

Javi Pato dijo...

Parecen tontadas, pero estas pequeñas cosas son las que molan. :)

Sonia dijo...

No es adaptativo comer mandarinas. Luego hueles a ellas todo el día. Buej.

Antón Pérez dijo...

JaviP: ¿cómo que "parecen tontadas"? ¿Insinúas que escribo sobre cosas que "parecen tontadas"? ¬¬

Sonia: tanto como "hueles a ellas"... te olerán los dedos, en todo caso :-p Y el "buej" es muy personal, jeje; mejor a mandarina que a m... Además, que siempre te puedes lavar las manos.