14/6/10

Volviendo a los orígenes

Aunque he colgado varias veces una foto idéntica a esta que encabeza la entrada, no deberías preocuparte si no te suena, querido lector: aunque la laguna de San Juan (Chinchón) era uno de mis destinos habituales mi primer año en Madrid, llevaba más de dos sin dejarme caer por allá. Las gracias hay que dárselas a Vero y a Jorge, que sin pretenderlo me hicieron el mejor regalo de santo: sacarme al campo.
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San Juan no es sólo la laguna; sino también los cortados yesíferos del entorno, con sus campos de vegetación gipsófila y cereal bajo llenos de flores y bichejos esteparios. Y la famosa torca, que se abre como un cráter y que en esta ocasión, en vez de collalbas negras…

… albergaba este montón de chatarra. Desde luego la gente es cerda cerda.
Lo dicho; ayer me quedé con galas de ver collalbas negras y garzas imperiales, que hace tiempo que no veo ni unas ni otras. Lo que es la laguna en sí estaba bastante muerta, y apenas unas cuantas parejas de aguiluchos laguneros occidentales animaban algo el espacio lacustre.

Pero bullía todo de pajaritos y demás bicherío, y me entretuve haciendo malas fotos a este zarcero común Hippolais polyglotta

Y a esta tarabilla común Saxicola torquatus, que tuvieron a bien posar pacientemente para la cámara.

Retraté también las Messor, afanadas en la recolección de semillas de esparto.

Y este Acrida sp. que pese a su camuflaje no pasó inadvertido a los atentos ojos de Vero.

Y aquí, autorretrato de los cuatro :-)

1 comentario:

Vero dijo...

¡Qué bien! ¡Qué guapos no saca la cámara de Jorge, jeje! Me alegro de que te lo pasaras bien, a pesar de lo breve de la excursión.
Beso!