9/6/10

Pirineos II: Blanco y en botella...

El viernes amaneció inmejorablemente soleado (como atestiguan hoy en día mi nariz y orejas peladas); no se podría pedir nada mejor para iniciar el ascenso al Puigpedrós.

Tras unos momentos de incertidumbre al principio, ya que el inicio de la ruta no está muy bien señalizado desde el refugio, encontramos el camino de subida. La pendiente la verdad es que se hace bastante cuesta arriba, y uno llega al primer repecho derrengado. Pero basta girarse y contemplar esa especie de mandíbula de perro que es el Cadí para animarse y seguir subiendo.

Seguir subiendo mientras los rebecos Rupicapra pyrenaica te miran sin apenas inmutarse. Les he sacado la foto a pulso a través de los prismáticos y no ha quedado tan mal… :-)

Y cuando ya uno creía que la subida iba a continuar por siempre jamás, aparece de repente la extensión mucho más llana que rodea la auténtica cumbre del Puigpedrós. Por aquí nos extendimos y comenzamos a caminar poco a poco buscando nuestra especie objetivo….

… que no era otro que el lagópodo alpino Lagopus muta, más conocido como perdiz nival. Esta gallinácea, perfectamente adaptada a la alta montaña y las regiones árticas, se vuelve blanca en invierno y de un bello color granito en verano, que es como las vimos nosotros (en la foto aparece un macho, en la punta misma de la montaña). Detectamos en total dos parejas y una hembra suelta. Blanco y en botella… ¡licor de perdiz nival! :-D

A 2.914 m s.n.m., junto a un Belén que algún montañero subió hasta allí, es esto lo que se ve: una sucesión de picos que, compartidos entre tres países, se extienden desde el Atlántico al Mediterráneo… El lagópodo alpino es otra especie con problemas de conservación en España: Esta y otras especies de alta montaña ”se nos caen por arriba”; a medida que aumenta la temperatura van ascendiendo hasta que, poco a poco, ya no les queda más monte que subir…

Ya por la tarde, tras bajar del monte y comer, dimos una vuelta por los estanys cercanos al refugio; allí nos hicimos esta foto de grupo. Alcanzados ya los objetivos pajareros del viaje, nos quedaba aún día y medio para disfrutar tranquilamente de los Pirineos…

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