Superdepredación

Lunes 14, por la tarde. La pluma estaba allí, en el borde del camino que rodea por abajo al Museo de América...
- Mira Saúl, una pluma de cernícalo... Y además, mira esto (la pluma tenía una pequeña muesca a la mitad del cañón)... Ehh, bueno, nada.
Mejor no tirarse de la moto. La confirmación llegaría el martes 15 vía Avesforum, el foro de ornitología de la SEO: uno de los participantes comentaba haber visto el lunes a las 9 de la mañana cómo el macho de la pareja de halcones peregrinos que anida en la torre del Museo aportaba al nido el macho de la pareja de cernícalos vulgares que cría (criaba, vaya) en el contiguo Arco de Moncloa...
La superdepredación, carnívoros alimentándose de otros carnívoros, era algo que me escandalizaba de pequeño; máxime cuando, como en este caso, eran rapaces mayores las que se alimentaban de otras... Halcones cazando halcones; era casi canibalismo para mí. Ahora comprendo que, realmente, para un peregrino que cae como un proyectil contra su presa no debe de haber mucha diferencia entre un cernícalo y una paloma.

Aunque ni siquiera él está a salvo. Cuando cae la noche sobre el cortado el gran duque entra en acción, y el cepo de las patas del inmenso búho real tampoco hace distinciones entre conejos o rapaces...