Maneras de morir

En el colegio había fiesta el día de San Juan Bosco (31 de enero) y el de Mª Auxiliadora (24 de mayo), y durante dichas fiestas tradicionalmente había actuaciones de los alumnos: dirigidas por los profesores las de los pequeños, autogestionadas las de los que ya tenían una cierta edad. Yo recuerdo haber participado siempre, hasta que una nefasta imitación de un par de gags de Mr. Bean en 7º de EGB y una sesión de cuentachistes donde los aplausos brillaban por su ausencia en 8º me quitaron las ganas de sentir las tablas bajo los pies... pero bueno, que me voy del tema. Quería decir que la mayoría de las actuaciones consistían en playbacks de canciones, y en nuestra etapa adolescente los profesores sorprendentemente autorizaron la representación de canciones bastante atrevidas de Ska-P o de Def Con Dos; canciones que también escuchábamos (una y otra y otra vez) durante los viajes en autobús. Y era una canción de ese último grupo (que recordamos en el coche durante nuestra última jornada lagunera) la que quería traer a colación: Pánico a una muerte ridícula. ¿¿Y todo esto para qué?? Pues para poder enlazar la noticia que me envió Tania ayer, con rascada de cabeza incluida (leed, leed...).