19/6/14

En el fondo del frasco

 En un vistazo rápido, esto no parece más que un puñadito de eppendorfs de 1,5 ml...

 ... pero claro, basta con moverlos un poco para ver que algo raro hay: están todos fusionados entre sí, cementados por el descuido del que puso a funcionar la autoclave (la especie de olla a presión donde se esteriliza el material de laboratorio) sin demasiado cuidado. Me los encontré en el fondo de un frasco, donde engañaban al más pintado hasta que intentara coger uno.

No deja de ser bonito el conjunto, con ese aire a reproducción a escala de algún edificio de Gehry; una especie de pequeño recordatorio a que nunca está de mas comprobar dos veces las cosas. ¿Qué nombre le pondríais, de ser un escultura cuyo valor tuviese muuuchos ceros? ¿E pluribus unum? ¿Los becarios están muy quemados? ¿Intento de casa para pájaros II...?

4 comentarios:

Javi Pato dijo...

Ains que recuerdos con esas tapitas... jeje

Oye, y que hiciste al final con la "escultura"?

Antón Pérez dijo...

Está sobre la mesa, como recordatorio...

Esmeralda Tripiana dijo...

Que gracioso jejeje

Antón Pérez dijo...

:-) Si uno no busca con qué reír, algunos días...