30/9/13

Vilariño en Tabacalera

 Hay un.... "espacio", en Madrid, cuyos rincones y pasillos sin salida hacen que uno camine por ellos con la impresión de estar dentro de un videojuego o una película; y no precisamente de final feliz...

 Pero claro: en cuanto uno entra en una sala en semipenumbra donde sólo hay una gran pirámide de cúrcuma en un lateral y una cinta que reproduce cantos de ballena, cae en la cuenta de que se ha topado de bruces con algo mucho mejor que cualquier videojuego para echarse unas risas una mañana de domingo: el Arte Contemporáneo.

 Y la verdad es que el entorno postapocalíptico de Tabacalera casa muy bien con la obra de Manuel Vilariño, que es lo que Raquel y yo fuimos a ver. De Vilariño había oído hablar en el blog de Ángel, que lo identificaba como "un artista gallego que hace fotos de pájaros muertos"... pero él es mucho más que todo eso. En concreto, en "su trayectoria convive el blanco y negro con el color, en un continuado intento por fusionar valores de la naturaleza junto a aspectos de raíz cultural. Su imaginario se materializa en un panteísmo objetual que oscila entre los extremos de lo religioso y lo profano. Nociones en torno al límite, lo sagrado, lo sublime o la soledad del tiempo en el devenir de la vida y la muerte reposan en las metáforas y símbolos de sus composiciones"... ahí es nada. Así que ¿cómo no acudir a postrarnos ante semejante artista?

 Seda de caballo, se llama la muestra; y haciendo honor a su nombre, a la entrada de la exposición una enorme bola de crines recibe al visitante...

 Y al momento, las "fotos de pájaros muertos"; marca de la casa. No sólo muertos, sino tan mal disecados que tienen toda la pinta de haber salido de algún gabinete de historia natural de instituto de provincias de los años 50.

 Aunque el ojo avezado descubrirá enseguida las similitudes evidentes entre la obra de Vilariño y la de Durero, tendiendo entre ambos genios un puente por el que fluye el Arte, como verdadero elemento cohesionador del género humano...

 Algunos elementos de la muestra eran... dejémoslo en raros.

 Pero otros ¡oye, tenían su gracia! Estos dos en concreto no me importaría tenerlos en casa... así que ya sabéis; ya os voy dando ideas de regalo para mi próxima tesis.

Y ya para concluir, comentar que los baños de Tabacalera estaban tan pintados que podrían competir con los de cualquier estación de autobuses... pero ojo, siempre con un trasfondo trascendente  ¡faltaría más!

6 comentarios:

Javi Pato dijo...

nunca he entendido este tipo de "exposiciones" aunque reconozco que hay cosas curiosas.

De todas supongo que no pagaríais mucho por entrar aquí

Antón Pérez dijo...

No, hombre, no; es gratis :-)

Anónimo dijo...

El becario Antón , va dando lecciones , no solo sobre la Curruca capirotada , sino de arte , cine , literatura .
Y que lecciones !! , descalifica e injuria a Vilariño , artista al que muchos de sus alumnos en el master de EFTI apreciamos por su humildad y talento ; algo de lo que tu careces y pareces envidiar .
Tomamos nota de tus comentarios insidiosos.
Javier

Antón Pérez dijo...

Querido Javier:
Aprovecho tu comentario, largo y firmado, para contestar a todos los demás que habéis (¿has?) ido dejando esta semana.
Mi blog no es un periódico que se precie, lo consiga o no, de objetividad; es un diario abierto en el que, de forma totalmente subjetiva, comento mis impresiones e ideas sobre un montón de cosas. También sobre "arte, cine, literatura..." aunque comparativamente creo que bastante poco. Recuerda, Javier, que las opiniones son como los culos: todos tenemos uno, y el nuestro habrá a mucha gente a la que no le guste...
Dicho esto, creo que en toda la entrada ni descalifico ni injurio personalmente en ningún momento a M. Vilariño: no pongo en duda su humildad, ni ciertamente su talento. Me cuesta captar el mensaje de muchas de sus obras, sí, soy así de simple: una colección de fotografías de aves mal disecadas no me transmite demasiado. Y muchas otras de sus composiciones me hacen reír, lo siento de nuevo. Otras, como las que comento en el blg, las naturalezas muertas de las velas, sí me han gustado mucho...
Estás haciendo un máster de fotografía, bien. Ojalá te enseñen todos los entresijos de la técnica. Pero después las fotos que hagas y el mensaje que pretendas transmitir con ellas; o, mejor dicho, el que la gente capte al verlas, va ya mucho más allá de lo que te puedan enseñar. De eso se trata, supongo, si pretendes ser un artista: de llegar más allá de la mera lección y crear cosas originales. Ojalá no vayas corto de talento.

Anónimo dijo...

Antón,te has pasado varios pueblos.
Desconocía tu mala baba.

Antón Pérez dijo...

La babilla en cambio la tengo excelente; espero no despertar los instintos de ningún antropófago...