11/10/12

Ni un pez por la borda

"Ni un pez por la borda", ni más ni menos; sobre eso quiere llamar la atención una campaña apoyada por numerosos grupos ambientalistas recientemente aparecida: sobre el enorme problema de los descartes pesqueros. Las políticas pesqueras de muchos países son correctas sobre el papel, pero puestas por obra resultan desastrosas... hay límites sobre el Nº de toneladas anuales de captura de cada especie y de talla mínima de las mismas, pero esta es una aspiración teórica imposible de realizar en la práctica: digamos que un barco dado puede capturar en una campaña una tonelada de... caballa, con una talla mínima de 20 cm. Ok, pero ¿sabéis qué pasa con todas las otras especies no comerciales? ¿Con todos los ejemplares de tamaño inferior a 20 cm pero que pese a la luz de la malla de la red se quedan igualmente atrapados? O digamos que el barco, aunque ya haya completado su cupo de captura de caballas, sigue usando las mismas artes para capturar sardinas en la misma campaña; ¿que pasa con las caballas que suben mezcladas con esas sardinas a la red? Podéis imaginar que la respuesta a las tres preguntas es "se vuelven a arrojar al mar". Ok, pero... ¿vivos? Pues tras el trajín de aplastamiento en la red, salir del agua y ser seleccionados, la gran mayoría (siendo muy generosos) no. Y ahí está la historia :-/ Y ahí está la necesidad de rascarse la cabeza para que solo suba al barco lo que se va a queda en él, si es que queremos poder seguir llenando las bodegas dentro de no mucho tiempo...

4 comentarios:

Niunpez dijo...

Hola Antón, solo comentarte que esta campana no es de Greenpeace, estos son una de las numerosas entidades colaboradoras. Para mas info puedes ir a www.niunpezporlaborda.org, gracias!!!!

Antón Pérez dijo...

Gracias por el aviso; corregido queda :-)

Sonia dijo...

Cuando hice el trabajo de la asignatura de Ecología de los recursos, que versaba sobre la explotación pesquera en España, ya perdí la poca fe que me quedaba en la supervivencia de los pobres pececillos. Yo creo que será con lo primero que acabaremos, viendo el percal. Luego con los bosques. Y al final solo nos quedarán cerdos y vacas tumorosos hacinados en jaulas, de los que nos alimentaremos en hamburguesa. Y moriremos todos de colesterol.

Antón Pérez dijo...

¡Olé el optimismo!:-S