A primera hora de la mañana, en el único momento en que refresca y da gusto ir por la calle, es casi una alegría caminar hasta la Facultad... Pero este martes pasado me pasó lo que os cuento ahora: Estaba yo esperando en un paso de cebra, cuando veo que dos mocosos de unos 12 ó 13 años al otro lado del mismo me miran de reojo y cuchichean entre ellos, claramente riéndose de mí... Y tras unos segundos, comprendí qué les hacía tanta gracia: Mi elegante conjunto de polo blanco, pantalón marrón claro y náuticos... ¡era igual que el uniforme de su colegio! De repente me di cuenta de que a mi alrededor había otros seis o siete chavales vestidos igual que yo, que entre ellos tendría pinta de ser el rey de los repetidores. En fin, ¡qué difícil es ir bien conjuntado...!
jajaa, muy bueno, lástima que no hay foto :P
ResponderEliminarEs que los de Ourense siempre han llevado la moda gallega y la arruga bella a todo el mundo.
ResponderEliminarCasi mejor que no haya foto, la verdad...
ResponderEliminarY tiene ud. toda la razón: la arruga, de por sí, es intrínsecamente vella :-)
Jajajaja. Buenísimo. La verdad, curiosa coincidencia. A saber que ideas les rondarían a los críos por la cabeza. ¿Cuántas veces habrá repetido?
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